No fue en Noviembre de 2022 que supe que Nick Barsch venía al país, ya desde hacía unos meses desde el sello y su representante me habían comunicado sobre su visita, conciertos en festival de Jazz de BUE, Usina del arte y Festival de Jazz de Mar del plata. También estuvo en Colombia y Uruguay.

Desde aquí planificamos una serie de acciones de prensa y difusión de su visita. Salió todo muy bien. Un gran músico y gran persona, despojado de todo ego y un artista consagrado pero que no camina y vive desde ese lugar. La práctica de artes marciales se vislumbra en su imagen y forma de ser como también en su música. Su concierto de solo piano presentando su álbum solista “Entendre” fue la mejor muestra para ver su gran dominio del piano y todas sus posibilidades sonoras. Excelente pianista y compositor. Un honor haberlo recibido en nuestra empresa y haber compartido un gran momento.

Les dejo aquí el reportaje realizada por Cesar Pradines en nuestras oficinas.

Y no es el único artista de ECM que nos visitará, en breve llegarán otros, pero por ahora lo dejo acá. Muchas gracias.

NikBärtsch

La música es el arte de la comunicación”

Durante su paso por el Festival Internacional de Jazz, el artista, con ocho discos lanzados por el sello ECM, habló de su búsqueda artística que podría definirse como componer simple, pero inteligente

Una de las presencias más interesantes del Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires y del Festival de Jazz de Mar del Plata fue el pianista y compositor suizo, Nik Bärtsch, de 51 años, un artista con un moderno enfoque que reúne en su música elementos del jazz y del minimalismo clásico con el funk y el rock.

Artista del sello ECM, Bärtsch lanzó ocho discos y es uno de los músicos que transitan la vanguardia europea de la música creativa. Además de sendos trabajos de solo piano, el pianista lidera dos proyectos grupales, Ronin y Mobile en los que se centra en el desarrollo rítmico entrelazado a partir de estructuras de percusión estrechamente unidas a un entorno melódico. Música inicialmente definida como funk zen.

Nació en Zurich, comenzó con la batería para luego estudiar piano sin dejar de lado su vocación natural hacia la percusión. Escuchó blues, jazz y cuartetos de cuerdas, BélaBartok, Igor Stravinski y músicas étnicas de Japón, Rumania, y Suecia, todo lo que terminó conformando un sistema de música personalizada. Asistió a la ZurichMusikhochschule y estudió musicología, filosofía y lingüística en la Universidad de Zurich. Mientras estudiaba se familiariza con las propuestas de Steve Reich, MortonFeldman y John Cage.

En 2006, el presidente de ECM Records, ManfredEicher reconoció no sólo el personal enfoque de Bärtsch, sino también la similitud con la música que el sello difunde y comenzaron a trabajar juntos.

En las oficinas céntricas de Site Music, representante de ECM, en Buenos Aires, es el encuentro con el artista. Un músico que transmite una genuina serenidad y convicción en sus reflexiones.

– Podrías hablarnos de tus comienzos, ¿Cómo elegiste primero la batería y luego el piano?

-Comencé con la batería; de pequeño me la pasaba haciendo ritmos con lo que tenía a mano y le dije a mi madre, que siempre me tomaba en serio, que me gustaba la batería y comencé a estudiar con un profesor privado. Dos años después vi a un pianista y me pareció muy interesante lo que hacía y le dije que quería comenzar a estudiar piano. Tenía siete años.

“Sin embargo, el problema es que en las escuelas no había profesores de piano para el tipo de música que yo quería, sólo profesores de piano clásico y mi madre buscó un profesor de piano particular que costaba mucho dinero. Este pianista me enseñó boogie-woogie, blues, tango, ritmos latinos y también algo de clásico. Comencé a desarrollar un estilo groove que me llevó a un profesor de música clásica. Tenía quince años cuando me puse a estudiar música clásica. Este profesor era muy tradicional y muy clásico, pero también le gustaba el jazz y me introdujo en ese género. Estuve cinco años con él y después entré en la Universidad de Zurich. Desde los 10 años tocaba en grupos en vivo. Obtuve mi diploma en Música y comencé a estudiar Literatura y Filosofía. Desde los 10 años con diferentes grupos tocaba en vivo”.

– ¿Quiénes son tus influencias?

-Crecí rodeado de varios estilos musicales. Había en mi entorno música popular, latina, clásica… Es decir, cuando aprendí a escuchar música me sentí libre de una ideología musical, de un estilo en particular. La música es para mí un enorme mundo compuesto de muchas partes.

“Inicialmente estaba influido por muchos estilos y muchos artistas, pero con el tiempo esas influencias fueron reduciéndose. Tuve muy en cuenta, por ejemplo, la historia del jazz como también de la música clásica. Me interesó Bartok, Stravinski, Debussy, el modernismo, la música contemporánea. Escuché muchas músicas del Este de Europa, como la rumana, y también la latina, sobre todo la fuerza rítmica y el concepto particular que cada comunidad tiene.

“A los veinte años, la cultura japonesa fue una gran influencia. La música meditativa, tan espiritual, que está presente en muchos otros lugares pero que en Japón tiene un factor rítmico importante”.

– ¿En tu disco de piano solo Entendre, los módulos surgieron a partir de improvisaciones o como una búsqueda estilística en las que ya estaba trabajando?

-Trabajo todos los días en patrones y motivos y en células rítmicas. Las voy combinando de diferentes maneras, como Stravinski en La Consagración de la Primavera o como la encontramos en mucha música tradicional. Soy un compositor clásico, entonces cuando creo una composición la voy trabajando hasta alcanzar la pieza que quiero. La idea era hacer música ni totalmente libre como en el jazz ni totalmente estricta. Quería respetar la composición, pero teniendo en cuenta quién toca y que se pueda improvisar. Cuando hice el módulo 18 para una orquesta clásica, estimé que tiene mucha coherencia en su dramaturgia como para llamarla clásica, pero cuando la hago con Ronin se puede arreglar e interpretar cada noche de diferentes maneras. Quiero crear música que se sienta viva.

El módulo 26 de Entendretiene una célula rítmica que suena muy Radiohead, en el tema Daydream, ¿lo conoce?

Sí, lo conozco, pero el módulo 26 es anterior a Daydream, de Radiohead, un grupo que me gusta mucho y aquí me gustaría comentar que las bandas suizas han sido muy influyentes para diferentes bandas de rock, sólo que, están en un nicho muy particular. Por ejemplo, The Young Gods influyó a David Bowie, y hay otros grupos que han sido influyentes. Sé que tanto Steven Wilson como Brian Eno escuchan mi música; Enoincluso afirmó: “La música de Bärtschtiene características muy curativas”.

-Sus discos de piano solo ¿cómo dialogan con la música de su grupo Ronin?

-Cuando toco solo puedo moverme con absoluta libertad y desarrollo una música que es una forma de laboratorio para luego volver a la banda en la que también improvisamos bastante, aunque tenemos ciertas reglas muy claras sobre cómo hacerlo. La banda es un organismo que tiene sus reglas.

– Estudiaste literatura y filosofía en la Universidad de Zurich, ¿estos estudios influyeron de alguna manera en tu música?

-Sí, definitivamente. Para mi es importante cómo pensar, escribir y hablar sobre música. Es central la conexión entre hablar y pensar sobre música. En el comienzo estuve muy interesado en la filosofía del arte y eso me llevó a la filosofía del lenguaje, en especial a los trabajos de Ludwig Wittgenstein, un filósofo muy musical. Hablaba de una manera muy similar acerca del lenguaje y de la música. Entonces cómo crear significado, contexto y además desarrollarlo es algo que considero importante. Me enseñó que la música es el arte de la comunicación. Cuánta información compartís cuando tocás.

“En este aspecto, con Ronin creemos que debemos mantener la información simple, pero de forma inteligente. Cuando combinamos módulos se desarrolla una música compleja. Quienes están escuchando en la superficie la pueden encontrar sensual, mientras que los que se sumergen pueden percibir su complejidad. El estudio me puso más serio sobre cómo escribir música”.

Eicher es una figura importante dentro de la música creativa, ¿Es también una figura importante dentro de las sesiones de grabación?

Es muy importante, porque escucha muy bien. Cuando escucha ya está creando una atmósfera y tiene mucha información sobre historia de la música. Es muy valioso para mí.

¿Tu ingreso en el sello ECM, en 2006, provocó un cambio en tu música?

No hubo cambios, pero sí le dio un giro. Eicher puede reconocer la correlación entre la música, las artes visuales y la literatura. En mis discos anteriores a ECM, la parte visual, el arte, lo trabajaba con mis padres y mi relación con Eicher me enseñó mucho. Y lo más importante es que cuando viene al estudio, aunque tiene mucha experiencia, trae una mente fresca. Tiene lo que en las artes marciales llamamos una mente de principiante

“No habla mucho, pero cuando señala algún aspecto es muy acertado. Tuve un proceso de aprendizaje muy importante con Eicher que me llevó, incluso, a escuchar de manera diferente”

– ¿Te sugiere alguna reflexión: “Creo, luego existo” ?

-La cambiaría por “yo existo, por eso creo”. La creatividad es una fuerza evolutiva y la aprendemos desde muy temprano para sobrevivir. La fuerza del individuo está en la creatividad, el aprendizaje y la improvisación, por un lado, y, en segundo lugar, está la comunidad y trabajar juntos basándonos en la empatía. La música produce creatividad y empatía.

Entrevista realizada por Cesar Pradines. Diario Clarin de Buenos Aires

Traducciones durante toda l asistencia a Nik Bartsch por Jorgelina Ramirez.