
Oded Tzur Tenor Saxophone
Petros Klampanis Double Bass
Nitai Hershkovits Piano
Johnathan Blake Drums
Hace algún tiempo se cruzó por mis oídos el nombre de Oded Tzur. Ya en su primer disco en ECM, “Here be Dragons”, podían vislumbrarse algunos de los detalles que se pueden confirmar en este su segundo CD para el sello. Acompañado por los mismos músicos que en su primer álbum, podríamos destacar muchos detalles en lo que hace a la labor de cada instrumentista o el conjunto, la composición, los arreglos, las improvisaciones o la ejecución.
Si nos preguntamos qué es lo más destacable en un MÚSICO, la respuesta probablemente nos llevaría a hablar de su decir, su personalidad, su desarrollo. Y en este álbum todo eso estaría más que justificado. Pero hay aquí un elemento en particular para rescatar: su sonido. Al escucharlo, desde un primer momento me di cuenta de que en su saxo tenor había algo más, no solo la ejecución y el sonido, sino años de estudio e investigación en otras culturas, que lo llevaron a sonar de esta manera.
Para afrontar la tarea de tocar música india, un estilo fuertemente basado en la microtonalidad, en un instrumento occidental como el saxofón, Tzur hizo una investigación de diez años que lo llevaron a construir una nueva técnica sobre el instrumento. Esto le permitió deslizarse por microtonos, apartándose de la forma más tradicional de tocar el saxofón con mayor claridad. Los resultados llevaron al gran maestro Hariprasad Chaurasia a decir: “Si se corriera una cortina frente a él, no se podía decir qué instrumento estaba tocando”.
Fue en el año 2007 cuando Tzur se convirtió en el primer saxofonista en aprender del legendario músico hindú. En su música se puede percibir la gran influencia que Chaurasia ha ejercido en él desde aquel momento. Hoy podemos resumir su presente diciendo que Oded Tzur es un músico distinto, que siempre tiene algo para decir y que invita a ser escuchado, una y muchas veces más.